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ESTAFA PONZI

A principios de la década de 1.920, Europa vivía los vericuetos de la postguerra, mientras Estados Unidos iniciaba uno de sus períodos económicos más brillantes. Ante esta ambigüedad, nació la Estafa Ponzi.


¿Quién es el creador de la Estafa Ponzi?

Carlo Ponzi nació en Lugo, Italia, un 03 de marzo de 1.882. Desde muy joven mostró ser una persona irresponsable y despreocupada.

Su modesta familia, realizó esfuerzos para costear sus estudios en la Universidad de Roma. Sin embargo, en lugar de estudiar, se dedicó a la diversión, regresando muy pronto a casa tras gastar todo el dinero suministrado por su padre y sin lograr el objetivo de graduarse.

Ante tal circunstancia, ya de 21 años, es enviado por su familia a los Estados Unidos. País donde, a pesar de no hablar inglés ni poseer destreza laboral alguna, deambularía a lo largo de la costa Este, trabajando de friega platos o camarero.

La suerte le acompañó al llegar a Montreal, aunque le duraría poco, aquí consiguió trabajar en un banco cuyos propietarios eran de origen italiano. Es en este momento fue cuando le llegaron las primeras ideas de ganar dinero fácil.

Entre esas ideas, estuvo el falsificar cheques. Por esta razón, fue procesado y enviado a prisión, donde pasaría 20 meses entre 1.911 y 1.912. Durante su estadía en prisión, trabajó en la oficina de correos.

No se tuvieron más noticias de Carlo Ponzi hasta 1.920. Año en el cual sería dado a conocer su golpe más importante, la Estafa Ponzi.


Historia de la estafa de Carlo Ponzi

La Estafa Ponzi es una operación financiera fraudulenta ideada por un delincuente de origen italiano, Carlo Ponzi.

La operación da inicio en el año 1.920. En esa época, Carlo Ponzi recibe de Italia una correspondencia acompañada de estampillas de origen español, con un costo en pesetas equivalente a un (01) céntimo de dólar.

Luego, Carlo Ponzi cambió las estampillas españolas por sellos americanos y obtuvo 6 centavos, lo cual representó un beneficio de 5 céntimos.

Inmediatamente, comprendió que podía tomar ventaja del desequilibrio de precios existente entre los dos mercados, obteniendo un beneficio sin riesgo.

En economía y finanzas, a la operación anterior se le denomina arbitraje, y es perfectamente legal en la realización de transacciones de instrumentos financieros, tales como bonos, acciones, mercancías, monedas e inclusive criptomonedas.

Basado en lo anterior, Carlo Ponzi pregona entre sus amistades su proyecto, el cual consistía en la compra y venta de estampillas provenientes de Europa. La propuesta cautivó a las mayorías, todos querían participar en el gran negocio.

La propuesta era irresistible, creó la empresa Securities Exchange Company y prometió a los incautos devolver la inversión inicial en 90 días, con una ganancia en interés neto del 50% sobre el capital.

Sin embargo, todo se veía muy bien para ser verdad, pero de igual forma contó con un gran número de seguidores ávidos de ganancias.

Es así que, para poder satisfacer lo ofrecido, Ponzi tendría que haber comprado entre 160 y 200 millones de estampillas.

El mercado real no cubría más allá del 0,016% de lo requerido, prácticamente insignificante.

El estafador comprendía la situación y se limitó a satisfacer el compromiso con los primeros depositantes, de tal forma, que aumentaba su credibilidad a expensas del capital aportado por los nuevos inversionistas.


Los principios de la estafa Ponzi

El gran negocio iniciaría su caída al pasar por la lupa del analista financiero, Clarence Barron, quien, a la orden del diario Boston Post, presentaría un minucioso informe donde manifestaba que Ponzi pagaba los intereses, sin embargo, no realizaba inversión alguna con el dinero captado.

Igualmente, Clarence Barron demostró, numéricamente, la inconsistencia del “esquema” que sustentaba el proyecto de Ponzi.

Esto trajo como consecuencia, en principio, la exigencia del reintegro de la inversión, por parte de una multitud enardecida. Acto seguido, las autoridades abrirían una investigación a la empresa Security Exchanges Company.

Dicha investigación arrojaría como resultado la imposibilidad por parte de dicha empresa de cumplir con el ofrecimiento inicial de cancelar un interés del 50% en el plazo de 90 días.


La reacción de Ponzi ante la crisis

A partir de este momento, imperó el nerviosismo, muchos inversionistas se aglomeraban cada mañana frente a las oficinas de Ponzi.

Ante esta situación, Ponzi no se inmutó. Al contrario, en menos de una semana transformó la incertidumbre en seguridad y afición.

Es así como, el día del anuncio de la apertura de la investigación, el estafador compareció en público junto al fiscal de distrito, manifestando que daría su apoyo al procedimiento y ofreciendo la seguridad en el pago hasta del último centavo.

En aquel momento, manifestaría disponer de ocho millones quinientos mil dólares ($8.500.000,00) lo que le permitiría cancelar la deuda con los acreedores, estimada en tres millones quinientos mil dólares ($3.500.000,00). El sobrante, manifestó, cubriría las inversiones.

Igualmente, durante el tiempo que duró el proceso contra su empresa, el estafador se presentaba cada mañana, en su costoso automóvil “Locomobile”, luciendo sus mejores trajes.

Mantenía un aspecto jovial, sonrisa a flor de piel y la mano siempre extendida para saludar a todo aquel que se encontrara en las inmediaciones de su empresa.

El mensaje era claro, manifestaba que todos cobrarían su dinero, tanto intereses vencidos, como aquellos que exigían la devolución de su inversión inicial, sin esperar los 90 días establecidos como plazo.

Además, prevenía a los inversionistas de cuidarse de los especuladores, quienes, supuestamente, buscaban aprovechar la crisis para comprar sus abonos a precio de gallina flaca, para luego cobrarlos junto con los intereses de 50%.

Igualmente, Ponzi planteaba la necesidad de crear un banco que repartiera los beneficios en partes iguales (50% y 50%) entre inversionistas y ahorristas.

Fue tal la reacción de sus seguidores que logró ser apoyado, a tal punto que, en una oportunidad, cientos de los mismos, dinero en mano, se retiraron a casa decepcionados cuando el estafador Ponzi anunció que no recibiría más depósitos.

En otra oportunidad, regaló perros calientes y café entre quienes esperaban para retirar su dinero de la empresa Security Exchanges Company.

De esta forma, logró tranquilizar a muchos, tanto que decidieron retirarse dejando su dinero en manos de Ponzi.


Caída del emporio financiero de Ponzi

Sin embargo, la manera en que Carlo Ponzi enfrentó inicialmente la crisis, le permitió, únicamente, dos semanas de tranquilidad.

La primera semana de la investigación, Ponzi logró, con sus argumentos, el desvanecimiento de las inmensas colas de inversionistas que deseaban recuperar su dinero. Ponzi se había transformado en un ídolo de las multitudes.

Los diarios de la época resaltarían su notoria popularidad. Muchos deseaban su reivindicación y mostraban confianza en el reinicio de las operaciones de la empresa Security Exchanges Company. Sin embargo, despertarían del dulce sueño con dolor de cabeza.

Pasadas dos semanas, la auditoria federal determinaría que la empresa Security Exchanges Company enfrentaba una insolvencia que sobrepasaba los siete millones de dólares ($7.000.000,00).

Ponzi finalmente se rinde, admitiendo no poder cancelar las deudas adquiridas con los inversionistas.

Ante este hecho, las autoridades determinan los cargos en contra de Ponzi. Quedando al descubierto la estafa Ponzi, al señalarse el conocimiento previo de que no se iba a poder cumplir con los compromisos adquiridos y el hecho de la inexistencia de negociación alguna con estampillas de correo internacional.


Los impresionantes números de la operación

A parte de la insolvencia correspondiente a siete millones de dólares ($7.000.000,00), la auditoria federal corroboró la siguiente información:

  • La Estafa Ponzi inicio operaciones con la captación de ochocientos setenta dólares ($870) en el primer mes.

Luego, aumentaría en forma exponencial la recepción de fondos, hasta doscientos cincuenta mil dólares ($250.000,00) diarios.

Esto obligaba a la empresa Security Exchanges Company a contratar a 16 personas para realizar el registro contable de los ingresos, y de guardar el efectivo en gabinetes y cestas de la basura.

  • Se estimó un total de 40.000 víctimas.
  • El capital recaudado se evaluó entre 15 y 20 millones de dólares, lo que equivale, en la actualidad, a unos 250 millones de dólares.

Finalmente, el 01 de noviembre de 1.920, Ponzi es sentenciado a pagar 5 años de cárcel por fraude, saliendo de prisión en tan solo 3 años.

Carlo Ponzi continuaría cometiendo actos delictivos el resto de su vida, sin embargo, no tendría otra oportunidad de repetir una operación tan fantástica como la de 1.920, en la ciudad de Boston.

Ponzi falleció en Brasil, en 1.949, arruinado y en la más extrema pobreza.


¿Es la Estafa Ponzi una Estafa Piramidal?

Ambos términos poseen similitudes, sin embargo, tienen también diferencias muy particulares.


Similitudes entre una Estafa Ponzi y una estafa Piramidal

  • En las 2 existe un vértice superior ocupado por el estafador, quien dirige la organización.
  • Ambas necesitan la incorporación permanente de nuevos accionistas que aporten el dinero requerido para mantener la organización activa.
  • Las dos estafas financieras se fundamentan en el ofrecimiento de excelentes rendimientos, libres de riesgo.
  • En ninguno de los dos casos se invierte el dinero recolectado en productos o servicios reales.
  • En ambos casos, los niveles inferiores de la estructura, aportan beneficios a niveles superiores.

Diferencias entre una Estafa Ponzi y una estafa Piramidal

La diferencia entre la estafa Ponzi y la estafa Piramidal estriba en la conformación estructural de los diferentes escalones de la pirámide.

  • En la estafa Ponzi, el estafador se encarga de captar a las víctimas. Sus características personales cautivan al público en general.

Si, por ejemplo, el estafador se planteara como objetivo inscribir, todos los días, una cantidad fija de inversores, estaría construyendo un cubo o un prisma rectangular y no una pirámide.

  • Por otra parte, en la estafa Piramidal el estafador capta determinado número de víctimas y les sugiere que, a su vez, se involucren captando nuevos inversores, y de esta forma se logra un aumento progresivo y exponencial de la organización. Lo cual le da la connotación piramidal a la estructura que se va formando.

¿Cómo prevenir el ser víctima de una estafa Ponzi?

  • En presencia de un negocio del cual se conoce poco o nada, que ofrece altos rendimientos con una mínima inversión, lo mejor es dudar de la honestidad del promotor.
  • Cuídate de las invitaciones sorpresa que se presentan como una gran oportunidad, para participar en supuestas inversiones a largo plazo.
  • Investiga al vendedor y a la organización que representa. Una compañía confiable, seguramente estará registrada o será reconocida por algún ente gubernamental.
  • No seas ingenuo, solicita los registros comerciales. Toda empresa seria debe estar legalmente registrada.
  • Asegúrate de entender el negocio que te están proponiendo. Evita los cabos sueltos y los puntos oscuros, si algo no te queda claro, sé cauteloso y utiliza los recursos disponibles.
  • Denuncia, oportunamente, a aquel que te ofrezca participar en un esquema Ponz De esta forma, evitas que posibles inversores sean víctima de la estafa Ponzi.

La seguridad social y el esquema de Ponzi

La seguridad social es un modelo de protección establecido por una sociedad, con la finalidad de garantizar, a aquellos integrantes que se encuentren en situación de necesidad, el poder hacer frente a determinadas contingencias.

Dicho modelo, está estructurado bajo las características de un esquema Ponzi. Tanto es así, que, si cotizas seguro social y no haces uso de él, por qué eres una persona sana, te puedes sentir estafado.

Sin embargo, debes pensar que tu inversión sirve para ayudar de una forma loable a otros por igual.

En este modelo de protección social, los estudios demográficos revisten una importancia significativa. Es el caso de sociedades que no mantengan un índice de crecimiento significativo, llevaran al colapso su sistema de seguridad social.

El aumento constante de los participantes es fundamental, al igual que en el esquema Ponzi.


Hemos visto cómo una persona se puede valer de la ingenuidad de su prójimo para obtener un beneficio que, a la larga, se diluye en miseria. Bien dice el refrán, “lo mal habido dura poco, se lo lleva el diablo”.

Esperamos que este articulo sea de tu utilidad, de tal forma, que te blinde contra la Estafa Ponzi. Recuerda, solo el conocimiento te hace libre y te protege de tanto pillo que navega por el mundo y el ciberespacio.

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